Kinsai
La marca del viaje
¡Qué lujo de agencia! A pesar de la gran responsabilidad que significa el diseño de la identidad corporativa de una marca como esta, acometimos la tarea con infinita ilusión, en gran medida porque conocemos bien quién está detrás de Kinsai, y merecen la excelencia. Los ingredientes de la receta Kinsai descansaban sobre nuestra mesa: necesitábamos ahora la magia del mejor chef. Casualmente, trabaja en GBOO.
Servicios
Kinsai es una agencia especializada en viajes exclusivos y a medida, que se distingue por elaborar propuestas personalizadas y crear experiencias basadas en lujo, naturaleza y aventura. Son expertos en lunas de miel y viajes de autor.
PROPUESTAS DESESTIMADAS
#novieronlaluz
Imaginamos el logo de Kinsai, elemento clave en su identidad corporativa, partiendo de la idea de que cada viaje imprime una huella profunda en nuestra experiencia vital, un sello que persiste para siempre en el individuo. Persiguiendo esa idea, descubrimos elegantes sandalias aladas, alfombras de Aladino, cubiertas de jaimas y hasta un techo de palacio imperial chino. Ni rastro de la huella en el alma.
Tengo un corazón loco
Oímos el latido. Nuestro ansiado logo estaba ante nuestras narices, agazapado tras el incuestionable exotismo de la marca. Una espartana “K”, la inicial del nombre, erosionada por el viento y la arena, era el símbolo perfecto. Viajes K solo, viajes Kinsai: misterio, aventura, pasión, experiencia. Con el lujo en los talones y una marca en el corazón, salimos carpeta en mano.
Inscriptio kinsaiensis
Diseñamos tarjetas, folletos, lápices, postales y carpetas con el sugerente logo, -que parecía provenir de una inscripción milenaria-, tras certificar su aceptación por parte del equipo Kinsai, (chicos y chicas listos, para qué mentir). Desde entonces ha viajado a multitud de ferias y revistas del sector, pasando de mano en mano en tarjetas y postales, itinerarios y propuestas. Clásico, imperecedero, flexible, eterno.
EL RESULTADO
Todo un viaje interior
Poniéndonos algo místicos, en este caso llegamos a Ítaca tras una relativamente breve travesía. Recogimos los frutos tras un proceso creativo intenso, de profundo estudio de la marca y el cliente, de la competencia. Alcanzamos, tras desechar propuestas potencialmente buenas, el origen de la marca y capturamos su esencia. ¿No es ese el destino? Qué importa lo que dure el viaje…